Se calcula que en nuestro país hay más de 2 millones de personas mayores de 65 años que viven solas.
Una gran parte de ellas precisan de algún tipo de ayuda que, desafortunadament,e sus familias no pueden brindarle. Ya se trate por falta de tiempo o de capacitación para realizar diversas tareas.
Una encuesta muestra que el 90% de las personas mayores quieren permanecer en la comodidad de sus hogares el mayor tiempo posible.
Su hogar es donde se sienten seguros e independientes. Por ello, no desean marcharse aunque sea a casa de uno de sus hijos.
En este punto es dónde los cuidadores para la gente mayor juegan un papel fundamental ya que son una solución asequible para las familias presten ese apoyo y ayuda que su ser querido tanto necesita.
Estos cuidadores profesionales pueden estar allí cuando nosotros no podemos estar.
Por su puesto, se trata de profesionales capacitados para apoyar a su ser querido en todas las actividades de la vida diaria (AVD).
Sus funciones van desde la realización de tareas domésticas básicas o prestar la ayuda necesaria con la higiene y el cuidado personal hasta garantizar que se estén tomando los medicamentos correctos, acompañar a a nuestros familiares al médico, a la compra o a la farmacia…
Incluso en aquellos casos en los que la persona mayor convive con su familia, estos profesionales pueden ser el apoyo que necesitan las familias para gestionar las responsabilidades que conlleva el cuidado de una persona de avanzada edad.
Algo esencial para evitar el estado de agotamiento físico y mental que a menudo sufren las personas que cuidan a uno o varios familiares y que se denomina «síndrome del cuidador quemado».
Índice
Síndrome del cuidador quemado, ¿qué es, síntomas y cómo evitarlo?
Se calcula que al menos 8 de cada 10 cuidadores familiares sufren esta situación de agotamiento y estrés siendo sus principales síntomas:
- Dolores de cabeza y dificultad para concentrarse
- Insomnio
- Disminución del apetito
- Agotamiento físico y fatiga
- Irritabilidad
- Descuido en la higiene personal
- Aislamiento social
- Etc.
Para evitarlo, es muy importante que toda la carga del cuidado no recaiga en una persona.
De ahí la importancia de involucrar a otros familiares así como de recurrir a la ayuda de profesionales.
Esto será beneficioso tanto para el cuidador como para su ser querido ya que este se sentirá menos culpable y más independiente si cuenta con el apoyo y soporte diario de otra persona.
Dado que en España el porcentaje de gente mayor es superior al resto de países de su entorno, es muy importante concienciarnos de la importancia que tiene favorecer la autonomía, independencia y dignidad de nuestros mayores en su hogar.
De hecho, se estima que en el año 2050 seremos uno de los países más envejecidos del mundo ya que la esperanza de vida de los españoles superará los 90 años de edad. Como dato a tener en cuenta, actualmente nuestro país ocupa la cuarta posición a nivel mundial en cuanto a esperanza de vida.
Beneficios de los cuidadores a domicilio para personas mayores
La atención domiciliaria cuenta con diversos beneficios tanto para las personas mayores como para sus familias.
A continuación enumeramos algunas razones por las que recurrir a los servicios de un cuidador profesional para cuidar a sus familiares mayores.
Mayor seguridad
La atención en el hogar permite a las personas mayores permanecer en un entorno familiar lo que les proporciona mucha seguridad.
Este factor es especialmente importante en el caso de personas mayores con demencia, ya que el entorno del hogar fomenta un estado de relajación que evita la confusión.
Incluso está demostrado que los adultos mayores convalecientes tras un accidente, lesión o intervención quirúrgica sanan más rápido cuando se recuperan en la comodidad del hogar.
Contar con la seguridad de que su ser querido no está solo proporciona una tranquilidad que toda la familia agradece.
Mayor autonomía e independencia
Estar en casa también proporciona la seguridad y la confianza necesarias a la persona mayor para realizar muchas actividades que de otra forma no haría.
Además, garantiza que disfruten de privacidad, algo que muchas veces no sucede en un centro u otra institución.
Atención personalizada
Los estudios demuestran que los adultos mayores se mantienen más saludables si disfrutan de un alto grado de interacción social.
La soledad en la tercera edad es un grave problema del que debemos tomar conciencia ya que perjudica seriamente la salud mental y física de las personas mayores.
Un cuidador puede convertirse en esa persona de confianza para caminar, jugar, charlar… y otras muchas actividades sociales.
Disfrutar de un acompañamiento en los recados, como ir al supermercado o acudir a citas médicas, también son beneficios adicionales de contar con un cuidador.
Tampoco debemos olvidar que cuando se pasan varias horas al día con una persona, en este caso nuestro familiar, se empatiza de tal manera que es más probable que el cuidador note cualquier anomalía en su estado de salud o cambio antes que un familiar, ya que este debe atender a otras muchas cuestiones ya sean laborales, familiares, sociales…
En definitiva, no cometas el error de cargar sobre tus hombros todo el peso y la responsabilidad del cuidado de tu ser querido ya que eso te perjudica no sólo a ti sino a toda tu familia.