Los problemas de visión, como la miopía en niños, es sin duda una de las mayores preocupaciones de los padres ya que afectan directamente a su desarrollo personal.
Y es que lo cierto es que las cifras sobre la miopía son alarmantes. Considerada una ya como una epidemia global, su prevalencia prácticamente se ha duplicado en los últimos 30 años y se estima que dentro de 20 años la mitad de la población será miope.
La explicación del aumento de casos de miopía está estrechamente relacionado con cambios en el estilo de vida. Particularmente con el avance de las tecnologías y el abuso de los dispositivos electrónicos. De hecho cada persona pasa de media más de tres horas diarias expuestas a dispositivos como ordenadores, móviles o tablets, además de la televisión. A ello se le une la falta de actividad al aire libre.
Este fenómeno, que afecta especialmente a la población pediátrica o infantil, se ha visto agravado durante y tras el periodo de confinamiento a causa de la pandemia de Covid-19 que tanto ha trastocado nuestras vidas.
De hecho muchos niños son erróneamente diagnosticados con trastornos como déficit de atención, cuando realmente padecen un problema visual. Pese a que muchos padres lo desconocen muchas veces las malas notas o la dificultad para concentrarse en los estudios o a la hora de hacer las tareas están relacionadas con problemas visuales.
Por ello, dado que la miopía es un factor de riesgo que puede llevar a una discapacidad visual, urge tomar medidas de prevención y control para frenar la miopía en niños.
Para conocer las principales causas de la miopía infantil y que podemos hacer como padres para prevenirla, hemos consultado al equipo de oftalmólogos especializado en miopía, hipermetropía y astigmatismo del I.O. VICTORIA DE ROJAS, una Clínica Oftalmológica de referencia en el tratamiento de defectos refractivos como la miopía tanto en niños como adultos.
Índice
Miopía en niños, qué es y cómo detectarla
Tal y como recuerdan los oftalmólogos infantiles una de las formas más sencillas y eficaces para prevenir la miopía en edades tempranas es realizar una revisión oftalmológica anual para vigilar el desarrollo de la agudeza visual.
Un diagnóstico precoz, seguido de un adecuado tratamiento, es siempre la mejor herramienta para abordar con éxito los problemas de visión de los niños
Para llevar a nuestros hijos al oftalmólogo no es necesario esperar a detectar señales de alerta.
¿Qué es la miopía?
La miopía es un error de enfoque por el cual las imágenes lejanas aparecen borrosas. Esto se debe principalmente a un alargamiento del globo ocular. Pero no todas las miopías no son iguales.
La de mayor prevalencia en la población es la miopía simple. Es decir, aquella que no supera las 6 dioptrías y se considera una alteración habitual como puede ser el color de ojos.
Pero cuando el ojo miope supera las 6 dioptrías hablamos de alta miopía o miopía magna. Este segundo tipo multiplica el factor de riesgo de padecer patologías oculares en la vida adulta siendo una de las principales causas de discapacidad visual. Por ejemplo, constituye la primera causa de afiliación a la ONCE.
Qué causa la miopía en niños
La aparición de la miopía no solo se debe a factores genéticos sino que se suman otros factores. De hecho, los expertos apuntan a que la miopía infantil como defecto refractivo cada vez es más común en niños debido en gran parte a la alta exposición a pantallas y elementos digitales.
Pero también se suman malos hábitos como el trabajo excesivo de cerca. Es decir, aproximarse excesivamente a los objetos de fijación como las pantallas de móviles y tablets, incluso al propio pupitre. Sin olvidar los cambios en el estilo de vida como un mayor sedentarismo y falta de realización de actividades como jugar al aire libre o en espacios abiertos. Todo ello perjudica la salud visual de los niños.
¿Se puede controlar la miopía?
El control de miopía sólo es eficaz en la infancia. Por eso, como nos recalcan desde el I.O VICTORIA DE ROJAS, son tan importantes las revisiones oftalmológicas en niños con el especialista.
Lo que mucha gente desconoce es que la miopía no se cura. Solo se puede corregir con el uso de gafas, lentillas o cirugía.
Si bien, la evidencia científica demuestra que el control de la miopía en edades tempranas es eficaz tanto con lentes de contacto especiales como con fármacos, disminuyendo su progresión en más de un 50%.
La miopía que aparece en la infancia es la más susceptible de progresar a una miopía magna. De ahí la importancia de actuar cuanto antes para reducir el riesgo de padecer patologías oculares en la vida adulta que limiten la capacidad de estudiar, conducir, desempeñar ciertos trabajos o de practicar actividades deportivas y de ocio.
Consejos para prevenir y controlar la miopía en niños
No olvides, que como hemos comentado anteriormente en algunos casos una miopía magna puede acabar en una discapacidad visual o incluso ceguera.
Dado que 1 de cada 10 niños con miopía desarrollará miopía magna es muy importante tomar medidas para evitar la progresión rápida de la miopía.
Debemos asegurarnos que nuestros hijos mantienen una postura adecuada a la hora de estudiar o mientras realizan sus tareas y trabajan a las distancias adecuadas. Además, se deben hacer descansos periódicamente y alternar los periodos de fijación en visión próxima, por ejemplo en el libro con fijación en visión lejana. También, es recomendable parpadear cada cierto tiempo, ya que ayuda a mantener los ojos hidratados.
Si usamos ordenador, la pantalla debe estar a unos 50 cm de nuestros ojos y por debajo de la línea de mirada. En el caso de móviles la distancia recomendada es 30 cm y 40 para las tablets.
Una buena iluminación es muy importante. Es aconsejable tener la fuente de luz en el techo y aconsejable otra,colocada a la izquierda para los diestros y a la derecha para los zurdos.
Por último, realizar actividades como caminar o jugar al aire libre ayuda a relajar la visión, además de sus otros muchos beneficios sobre la salud.
Siguiendo estas sencillas recomendaciones podremos evitar la aparición de posibles problemas de visión y disminuir la progresión de la miopía en niños.