Con la llegada de la Navidad resulta más complejo mantener los buenos hábitos. Las comidas con familiares y amigos suelen ser copiosas y cualquier momento parece perfecto para tomarse una copa y abandonar la rutina deportiva.
Fitness y Navidad no casan muy bien y los planes de entrenamiento se pueden descontrolar por completo tanto a nivel dieta como a nivel deportivo.
La estacionalidad tampoco ayuda, porque los días al ser más cortos, no invitan a practicar deporte durante la noche, a lo que hay que sumar el frío, que anima más a quedarse en casa calentito que sudar en el gimnasio o saliendo a correr, ya sea solo o acompañado.
Para aquellas personas a las que les puede llegar a costar un poco más dar ese paso y vencer a la tentación de abandonar el entrenamiento y entregarse al turrón y el resto de dulces navideños, aquí os ofrecemos unos consejos básicos para entrenar en Navidad.
Índice
Correr una San Silvestre
Si existe una prueba deportiva por excelencia en Navidad, esa es la San Silvestre. Es cierto que existen otras, como las pruebas de natación en aguas abiertas, pero las carreras de fin de año atrapan la atención de cada vez más gente.
La San Silvestre une al espectáculo deportivo la diversión, pues en muchas carreras de este tipo hay que ir disfrazado. Una San Silvestre es la mejor forma de empezar el año con la mejor forma física y es también una ayuda para no abandonarse en el aspecto físico en estas fechas.
Practicar 30 minutos de cardio al día
Estés donde estés, en la ciudad o en el campo, es importante que puedas sacar al menos 30 minutos al día para salir a correr, nadar, saltar a la comba, usar la bicicleta… Esto ayuda a mantener el peso y pereder calorías, conseguir un buen tono muscular y mantener el hábito deportivo, que es lo más fácil de perder.
Una forma de practicar estos 30 minutos de cardio al día es cambiar la siesta por un rato de caminata. Si somos conscientes de que las comidas navideñas son más copiosas que en otra época del año, el mejor modo de hacer bajar la comida con un paseo de 30 o 40 minutos en lugar de dormir una siesta.
Marcarse un horario de entrenamientos semanal y cumplirlo a toda costa
Este punto es fundamental. Si se anota en el calendario la obligación de preparase y salir al gimnasio cada día puede resultar más fácil y llevadero cumplir esta tarea de seguir entrenando en Navidad.
Esto no impide que en estas fechas, tan oscuras y frías, se puedan fijar nuevos objetivos cambiando el plan de entrenamiento. Si no hay ánimo para salir al gimnasio, una buena solución es hacer dominadas en casa.
En la web MuySanos.com ofrecen buenos consejos para hacer dominadas en casa en poco tiempo. Con una inversión mínima, se pueden practicar estos ejercicios en la vivienda sin necesidad de salir, que es justo lo que da pereza, y no practicar deporte.
Buscar compañeros de entrenamiento
Entrenar en compañía ayuda a no abandonar cuando no te apetezca entrenar, ya que te ves en el compromiso de quedar mal con la otra persona. Con el running esto se ve con mucha frecuencia, pero cada vez es más popular también en crossfit y por supuesto en fitness.
Además, entrenar con alguien hace mucho más entretenidos y amenos los entrenamientos, de modo que apetece más entrenar y no abandonar esta práctica.
Ya sea para entrenar brazos o para entrenar piernas, contar con un compañero ayuda, porque los objetivos individuales sirven como complemento y como inspiración extra.
En navidades, lejos de fortalecer el área del core, que no está de más, hay que potenciar las piernas, donde aparecen los músculos más grandes. En FitnessRed.com nos ofrecen consejos claves para mejorar nuestras rutinas.
Mucho ojo con los excesos
En estas fechas, especialmente en las comidas navideñas, solemos abusar de alimentos indigestos y muy calóricos. Para evitar esta situación, detente a saborear cada plato y mastica detenidamente cada bocado para saciarte sin necesidad de probar todo lo que está encima de la mesa.
Con el alcohol ocurre algo similar, al igual que con los refrescos. El alcohol tiene muchas calorías, produce retención de líquidos y si abusamos de él, genera resaca, lo que impide con casi total seguridad salir a entrenar o hacerlo de manera adecuada.
En lugar de alcohol, o al menos para evitar el exceso, no dejes de consumir agua y continua con la recomendación de todo el año, dos litros de agua al día.
Por último, no te agobies, es Navidad, aprende a gestionar el estrés, ten presente que es posible que tu rendimiento baje en estas fechas, pero no permitas que esto te venza, continua con tu objetivo a medio o largo plazo y piensa que, en dos o tres semanas volverás a la normalidad.