Cuando se hace con moderación la exposición al sol aporta una serie de beneficios para nuestra salud, entre otros: mejora de nuestro estado de ánimo, favorece la mineralización ósea al facilitar la absorción de calcio, estimula nuestras defensas, supone una importante fuente de vitamina D…; pero no debemos olvidar que exponerse o tomar el sol en exceso conlleva una serie de riesgos.
Una exposición prolongada y sin la protección adecuada a los rayos del sol puede causar daños irreversibles en nuestra piel ocasionando desde el envejecimiento prematuro de la piel (aparición de arrugas) hasta manchas, enrojecimiento y decoloraciones.
Pero además el efecto acumulativo de la radiación ultravioleta procedente del sol puede causas problemas muy graves como carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular o melanoma, los tres tipos de cáncer de piel más comunes.
Para disfrutar de los beneficios del sol con seguridad es muy importante usar un protector solar.
Pero no basta con usar cualquier tipo de protector, para garantizar una adecuada fotoprotección hay que escoger el protector solar adecuado para cada tipo de piel.
En el mercado existen un montón de productos que prometen proteger nuestra piel pero debemos tener mucho cuidado porque algunos de estos productos contienen ingredientes altamente tóxicos y dañinos para la salud de nuestra piel.
Si no sabes cómo elegir el protector solar adecuado para la familia, tanto para los niños como para ti, te invitamos a seguir leyendo. A continuación te contaremos todo lo que tienes que tener en cuenta al comprar un protector solar desde cómo saber cuál es tu fototipo de piel hasta qué diferencias hay entre protección solar física o química.
Índice
La importancia de conocer nuestro fototipo de piel
Los rayos del sol no afectan a todas las personas por igual. En función de nuestro fototipo de piel tenemos una mayor o menor capacidad de defendernos de las radiaciones solares. Es decir, el fototipo determina el comportamiento de nuestra piel ante el sol.
Pese a que podemos podemos clasificar los fototipos de piel en seis tipos diferenciados podemos dividirlos en dos grandes grupos:
Fototipos claros
Aquellas personas que tienen el pelo y los ojos claros, una piel más blanca y que se queman con mayor facilidad.
Para estas personas lo recomendable es usar protecciones altas, con un índice de protección 30 o incluso 50.
Fototipos oscuros
Lo forman las personas con un cabello castaño o negro, ojos oscuros y que tienden a quemarse menos. Además, se broncean con bastante facilidad.
Estas personas con un fototipo oscuro pueden aplicarse protectores con índice más bajo de 30.
Si bien, los dermatólogos recomiendan no usar nunca una protección solar inferior a 15.
¿Qué es el Factor de Protección Solar (FPS)?
Se trata de un número que nos indica la capacidad que tiene el protector solar de protegernos frente a la radiación ultravioleta B, que es la causante de las quemaduras solares.
Según el valor FPS que tienen los protectores solares se clasifica en:
- Nivel bajo, protectores solares con un factor de protección de 0 a 10
- Nivel medio, protectores solares con un FPS de 15 a 25
- Nivel alto cuando el factor de protección solar es superior a 30
Para proteger nuestra piel es muy importante que los foto-protectores no solo protejan de la radiación ultravioleta B sino también de la denominada A.
Para saber si un protector solar también protege frete a la radiación ultravioleta A tenemos que fijarnos si en su etuiquetado se incluye un símbolo formado por las letras UVA dentro de un círculo.
Dividiendo el número de FPS que aparece en el etiquetado entre 3 conoceremos la capacidad de protección del producto frente la radiación ultravioleta A.
Por ejemplo, si el etiquetado de un protector solar indica un FPS de 30, la capacidad de protección frente a la radiación ultravioleta A de dicho fotoprotector será de 10.
Protector solar, ¿físico o químico cuál es mejor?
Quizás hayas oído que hay protectores solares físicos y protectores solares químicos pero no tengas claro si los mejores protectores solares para la familia son los que cuentan con filtros químicos o, por el contrario, los protectores solares físicos son más recomendables.
Protectores solares con filtros físicos
Los protectores solares físicos contienen filtros físicos, minerales como óxido de zinc o dióxido de titanio qué actúan como un espejo reflejando los rayos solares.
Este tipo de protector solar actúa como un bloqueador físico a modo de escudo que hace que los rayos de sol reboten protegiendo nuestra piel.
Estos protectores solares son los típicos que una vez aplicados nos dejan una capa blanquecina en la piel, ya que estos filtros físicos (minerales) no son absorbidos por la piel. Ello supone una importante ventaja en el caso de los niños.
Protectores solares con filtros químicos
Por el contrario, en el caso de los protectores solares químicos estos no reflejan los rayos de sol sino que captan su energía y hacen que sea inocua para nuestra piel.
En este caso los filtros químicos si son absorbidos por nuestra piel lo que puede desencadenar reacciones alérgicas ya que sus componentes químicos (Tirnosob, mexoryl, Octyl-methoxycinnamat…) penetran en la piel.
Esto no quiere decir que los protectores con filtros químicos sean malos y los físicos buenos.
Pese a que los fotoprotectores químicos son los más habituales existen muchos que combinan ambos filtros y cuyos filtros químicos son altamente seguros.
A modo de conclusión podemos decir que a la hora de comprar un protector solar para la familia debemos tener en cuenta todos estos factores:
- el tipo de fototipo de la piel
- el factor de protección solar (FPS)
- el nivel de protección contra las radiaciones ultravioletas B y A
- si contiene fitros químicos, físicos o una combinación de ambos tipos.
¡Disfruta del sol! pero protege tu piel y ala de tu familia