Por mucho que nos cuidemos, a medida que envejecemos nuestro cuerpo va experimentando una serie de cambios que escapan a nuestro control. Uno de estos cambios, que experimentan todos los hombres, es el paulatino agrandamiento de la próstata denominado Hiperplasia Prostática Benigna (HPB).
Se trata de una afección común, que afecta especialmente a hombres mayores de 50 años, y para cual existen diversos tratamientos.
En muchos casos basta con realizar algunos cambios en el estilo de vida, someterse a revisiones periódicas y seguir una medicación.
Pero en aquellos casos que la medicación no produce los resultados esperados y los síntomas se van agravando, se puede valorar la opción de someterse a una cirugía.
Para conocer más sobre las causas, síntomas y tratamiento de la hiperplasia benigna hemos consultado a diversos especialistas referentes en este campo para que nos ayuden a contarte todo lo que necesita saber sobre la próstata y su agrandamiento. Profesionales como el urólogo en Gijón Agustín Huéscar, sin duda alguna uno de los especialistas de mayor prestigio a nivel nacional y con más de 25 años de experiencia.
Índice
¿Qué causa la hiperplasia benigna?
Pese a que no existe una unanimidad entre los especialistas sobre la principal causa del agrandamiento de la próstata, se cree que puede estar relacionada con determinados cambios hormonales que nuestro cuerpo experimenta a medida que envejecemos.
Si bien, la próstata tiene la forma y el tamaño de una nuez, a lo largo de la vida de un hombre experimenta dos grandes ciclos de crecimiento.
El primero ocurre en la pubertad, etapa en la que la próstata llega a duplicar su tamaño.
La segunda fase de crecimiento comienza alrededor de los 25 años. Se trata de un proceso muy lento pero progresivo. Es en esta segunda fase en la que se manifiestan los síntomas de la hiperplasia benigna.
A medida que la próstata se agranda, presiona contra la uretra estrechándola y haciendo que la pared de la vejiga se vuelva más gruesa.
Poco a poco la vejiga va debilitándose y perdiendo la capacidad de vaciarse por completo al orinar. Es decir, aunque se orine siempre queda algo de orina en la vejiga.
El estrechamiento de la uretra y la retención urinaria generada por la incapacidad de vaciar la vejiga por completo, son las principales causantes de los problemas relacionados con la hiperplasia benigna como la incómoda sensación de que se necesita orinar más, cuando se acaba de hacerlo.
Principales síntomas de la hiperplasia benigna
- Sensación de tener la vejiga llena, incluso después de haber orinado
- Urgencia repentina de orinar «no puedo esperar»
- Goteo al terminar.
- Un flujo débil e intermitente de orina (necesidad de parar y comenzar a orinar varias veces).
- Problemas para comenzar a orinar
- Necesidad de empujar o hacer más fuerza para orinar.
- Despertarse varias veces durante la noche para orinar.
- Incontinencia urinaria
Si la situación se agrava, es posible en casos extremos a que no se pueda orinar en absoluto. Estas situación extrema requiere de un inmediato tratamiento.
Si ha experimentado los síntomas descritos no lo dude y acuda a un urólogo experto en hiperplasia benigna, nadie mejor que él resolverá todas sus dudas.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento más adecuado dependerá de muchos factores como la edad, el estado de salud en general, la existencia de otras enfermedades, el tamaño de la próstata y la forma en que la hiperplasia benigna está afectando a la calidad de vida.
A veces es suficiente con realizar determinados cambios en el estilo de vida como reducir la cantidad de líquidos ingeridos diariamente, especialmente antes de irse a la cama o moderar el consumo de té, café y alcohol para que los síntomas remitan.
Hacer ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico también resulta de gran ayuda.
Otras veces es necesario tomar ciertos medicamentos, algunos de estos actúan relajando los músculos de la próstata y la vejiga. Otros ayudan a reducir el tamaño de la próstata. En muchos casos es necesario una combinación de ambos medicamentos para obtener mejores resultados.
Cuando los cambios en el estilo de vida y los medicamentos no funcionan, puede ofrecerse la opción de operarse, empleando técnicas «mínimamente invasivas» como la Enucleación Prostática con Láser de Holmium.
Más conocida como Cirugía HoLEP,consiste en la realización de una endoscópica en la que se extirpa de forma definitiva el tejido que ha ido creciendo progresivamente en la próstata a la vez que se conserva la cápsula prostática.
De esta forma se evita la temida disfunción eréctil, uno de los posibles efectos secundarios causados por otras técnicas más agresivas.
Un experto en hiperplasia benigna será siempre el profesional más adecuado para informarle de los procedimientos, recomendaciones y todo lo que necesita conocer sobre esta u otras técnicas.
Es importante señalar que un agrandamiento de la próstata no conlleva cáncer de próstata, ni es un factor de riesgo, ni lo hace más propenso a contraerlo.
Si bien, como hemos señalado, si tienes alguno de estos síntomas descrito no permitas que afecten a tu vida y acude a un especialista en urología, este encontrará la posible causa y te ofrecerá la mejor solución a tu problema.