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La sauna y los tratamientos de balneoterapia, ¿por qué son positivos para la salud?

El concepto de balneoterapia hace referencia a la cura mediante el agua. Conviene establecer las diferencias entre este término y el de hidroterapia.

Mientras que este último hace referencia a cualquier tipo de agua, especialmente agua tratada, por vía externa sobre la piel, la balneoterapia aprovecha las propiedades de composición que tiene cada tipo de agua medicinal.

Entre los tratamientos de balneoterapia están las saunas, los baños de vapor, los baños de barro, las mascarillas con barro, los hidromasajes o los baños termales entre otros. Nos centramos hoy en las propiedades de las saunas.

La sauna como rutina de cuidado personal

El uso habitual de la sauna ayuda a conseguir una piel más tersa, libre de suciedad y de estrés, pero sus beneficios van más allá del aspecto estético, pues el sistema cardiovascular y motor también se ven favorecidos por las sesiones de calor intenso que tiene lugar en la sauna.

Para muchas personas, la sauna es una auténtica tortura, pero tras la tormenta siempre llega la calma. Esta terapia se consolida como un complemento perfecto al entrenamiento físico por muchas razones. El calor dilata los vasos capilares de la piel y así es posible mantener la presión sanguínea por el aumento de la temperatura.

La circulación sanguínea se incrementa en la superficie de la piel consiguiendo un efecto similar al que se logra durante una caminata rápida. Los poros de la piel se abren y se eliminan toxinas y una limpieza de la epidermis.

Con la transpiración se excretan del organismo metales pesados como el mercurio, el níquel, el cadmio y sustancias como el alcohol, la nicotina y el ácido sulfúrico. La estimulación del riesgo sanguíneo ayuda a regenerar las células de la piel y el corazón bombea con mayor intensidad, por efecto de la vasodilatación.

Sesiones de sauna para mejorar el estado mental

Una de las cualidades más importantes de la sauna es su poder relajante. Si a menudo se comenta que el deporte es una buena actividad para dejar los problemas atrás, relajarse y desconectar de la realidad, este mismo efecto se puede conseguir con sesiones periódicas de sauna.

Las altas temperaturas que se alcanzan en estas instalaciones consiguen que los impulsos nerviosos se ralenticen y el organismo entre en un estado de calma. El sistema endocrino comienza a liberar endorfinas que ayudan a combatir el estrés y el insomnio. Mediante sesiones de este tipo ganamos en relajación y tranquilidad, favoreciendo así un sueño y descanso más placenteros.

Si volvemos a los aspectos de salud corporal, la sauna tiene efecto diurético. La eliminación de líquidos ayuda a reducir la celulitis y las adiposidades. Por otra parte, se asocian a estas sesiones ciertos beneficios para el sistema locomotor y articular, pues la eliminación de líquidos ayuda en torceduras, neuralgias, rigidez articular y los espasmos musculares, además de ser un buen aliado contra la artritis y otros problemas de carácter óseo.

Una práctica que consigue potenciar los beneficios saludables de las sesiones de sauna es utilizar aceites esenciales como el mentor o el eucalipto para liberar vapores y que estos sean beneficiosos para los pulmones, abriendo los bronquios y despejándolos.

¿Cómo ayudan el resto de tratamientos de balneoterapia?

Las saunas, y en saunas athena encontramos una amplia variedad de productos relacionados con estos tratamientos, son muy positivas para la salud. Sin embargo, existen otras terapias donde se hace uso de aguas termales o a altas temperaturas que ofrecen beneficios para la salud muy destacables.

Todos los tratamientos de balneoterapia propician la estimulación de toxinas y la estimulación del sistema inmunológico a través de aguas termales. La inmersión en estas aguas termales facilita la movilidad articular y la función muscular.

El uso de agua caliente contribuye a calmar dolores musculares y articulares. Por lo general, son buenas técnicas terapéuticas, desde el aspecto físico y mental, muy utilizadas en medicina preventiva t de rehabilitación.

No obstante, la balneoterapia, y especialmente las sesiones de sauna, deben entenderse como tratamientos complementarios de otros hábitos saludables, como una alimentación balanceada y equilibrada, la práctica de ejercicio físico con regularidad y un estilo de vida alejado del sedentarismo. Cuando elegimos un establecimiento para tratamientos de balneoterapia hay que asegurarse que sea un centro fiable y de confianza.