A medida que un hijo crece, toda madre o padre se plantea las mismas preguntas: ¿cómo sé si hijo necesita ortodoncia? ¿a qué edad debo llevar mi hijo a un odontopediatra?, ¿es mejor acudir un dentista especializado en ortodoncia infantil?…
Para conocer más sobre ortodoncia infantil, y en particular para identificar las señales que nos permiten saber si nuestro hijo necesita ortodoncia, hemos consultado a la Dra. Beatriz Casillas de la clínica dentista infantil Ortoclinik con el objetivo de aclarar nuestras dudas como padres sobre la ortodoncia.
¿Cuándo llevar por primera vez a un hijo al ortodoncista?
La detección temprana de problemas de ortodoncia es vital para evitar cualquier complicación en el futuro.
Por ello, pese a que tradicionalmente se recomendaba llevar por primera vez a un hijo al dentista cuando tuviera todos los dientes de leche en boca (sobre los 32 o 36 meses de edad aproximadamente), hoy los especialistas recomiendan a los padres llevar a su hijo al dentista antes de que cumplan su primer año.
Pese a que no hay una edad establecida para la primera visita de un niño al ortodoncista, la Sociedad Española de Ortodoncia, recomienda que llevarlo antes de los 7 años. Edad a la que suele tener lugar la dentición permanente, secundaria o definitiva
A esta edad, si existen, ya se habrán hecho evidentes síntomas habituales que indican la necesidad de realizar una ortodoncia como la existencia de una mordida desigual o el apiñamiento dental
¿Cómo saber si hijo necesita ortodoncia?
Si bien, como padres, podemos prestar atención a una serie de señales que nos permiten saber si nuestro hijo necesita una ortodoncia.
Por ello, si nota alguno de los síntomas que describiremos a continuación en su hijo, no lo dude y acuda a un ortodoncista lo antes posible. Él es la persona más indicada para ayudarle a saber si su hijo necesita una ortodoncia.
Ello no significa que un niño necesite llevar aparatos de inmediato. Simplemente que el ortodoncista tras evaluar a su hijo podrá detectar los posibles problemas y decidir el mejor momento para comenzar el tratamiento.
1 – Su hijo ha perdido sus dientes de leche muy pronto o demasiado tarde
Si nota que su hijo está perdiendo sus dientes de leche demasiado pronto o, por el contrario hay una perdida tardía de estos dientes, es posible que necesite iniciar un tratamiento de ortodoncia.
Perder los dientes de leche demasiado pronto puede hacer que los dientes se muevan hacia los espacios vacíos mientras los dientes definitivos todavía están creciendo.
Perder los dientes de leche demasiado tarde puede provocar una mala oclusión dental, es decir, una mala alineación de los dientes.
2 – A veces se muerde la mejilla o el paladar.
Si los dientes de su hijo no están alineados correctamente, puede que le sea difícil masticar y que de forma frecuente se muerda involuntariamente la mejilla o lengua.
Estos síntomas indican la existencia de una desalineación de la mandíbula.
Tener una mandíbulas demasiado adelante o atrás puede causar mordidas excesivas y cruzadas. Los problemas relacionados con la mandíbula son una señal indicativa de que su hijo si necesita una ortodoncia.
3 – La presencia de dientes apiñados
Cuando los dientes están demasiado juntos, lo que conocemos como apiñamiento dental, puede causar muchos problemas a la hora de masticar o morder.
Del mismo modo, esta alineación irregular de los dientes, aunque que su hijo se cepille y use el hilo dental adecuadamente, lo provoca un exceso de placa con el consiguiente riesgo de caries en los dientes.
4 – Chuparse el dedo continuamente
Sí, el mal hábito de chuparse el dedo es otra señal que puede indicar que su hijo necesita una ortodoncia.
Chuparse el dedo puede hacer que los dientes frontales sobresalgan hacia afuera y provocar que se amontonen los dientes inferiores.La mayoría de los niños abandonan el hábito de chuparse el dedo a partir de los dos o tres años.
Por ello, si su hijo tiene más de cuatro años y continúa chupándose el pulgar puede que termine necesitando llevar un aparato dental.
5 – Respirar por la boca.
Tener la boca abierta frecuentemente afecta al crecimiento de sus dientes y hacer que su hijo desarrolle una cara más larga con mandíbulas estrechas.
Esto supone menos espacio libre para que crezcan los dientes permanente, lo que puede conllevar la necesidad de someterse a una ortodoncia.
Si observa alguno o varios de estos signos puede ser señal de que su hijo necesita iniciar un tratamiento lo antes posible, ya que algunos de ellos pueden causar dolor, caries en los dientes, o con el tiempo problemas más graves.
La detección precoz puede ayudar a solucionar muchos problemas antes de que se conviertan en algo más grave que afecte a la calidad de vida de su hijo.