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Disfunción eréctil – síntomas, factores de riesgo y prevención

La disfunción eréctil, mal llamada impotencia, podría definirse como la incapacidad de alcanzar y mantener una erección del pene lo suficientemente firme como para poder mantener relaciones sexuales con penetración.

Tener problemas de erección de vez en cuando no es necesariamente un motivo de preocupación.

Sin embargo, cuando la disfunción eréctil se convierte en un problema recurrente, lo recomendable es acudir a una clínica de disfunción eréctil y pedir ayuda.

Si no se trata a tiempo puede llegar a dañar seriamente la relación con la pareja y minar la autoestima de quien la sufre.

Pero además, este problema de ámbito sexual tan común entre los hombres puede ser un síntoma de un problema de salud subyacente, como una alteración en los vasos sanguíneos, que necesite tratamiento inmediato.

Del mismo modo, diversos estudios científicos han demostrado que la disfunción eréctil tiene una relación directa y estrecha con factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión o la enfermedad cardíaca.

Hoy día, pese a tener solución, son pocos los hombres que hablan abiertamente sobre su incapacidad para obtener o mantener una erección. Considerarlo un tabú es un grave error ya que perjudica no sólo las relaciones de pareja sino que genera estrés, ansiedad e incluso depresión en algunos casos.

Por ello, si tiene problemas mantener o alcanzar una erección o está experimentando otros problemas sexuales, como eyaculación precoz o tardía, hable con un especialista en salud sexual masculina. Él le ayudará a revertir la situación aconsejándole el tratamiento más adecuado a seguir.

Si bien, es un hecho que la mayoría de los hombres tendrán problemas de erección en algún momento de su vida sexual. Un episodio temporal no implica necesariamente la existencia de problemas de salud sexual importantes.

Entonces, ¿Cómo sé si tengo sufro disfunción eréctil?

La excitación masculina es un proceso muy complicado en el que se ven involucrados muchos órganos de nuestro cuerpo como el cerebro, determinadas hormonas así como un gran número de nervios, vasos sanguíneos y músculos.Todos estos elementos desempeñan un papel en el proceso de excitación masculina y cuando algo falla en este engranaje aparecen los problemas de erección.

También es importante recordar que las emociones juegan un papel clave. El estrés y la ansiedad pueden retardar la respuesta sexual, incluso imposibilitar el hecho de lograr una erección firme y duradera.

Si sufre estos problemas sexuales de manera puntual no debe preocuparse. Pero cuando los siguientes síntomas son persistentes es probable que se trate de disfunción eréctil.

Principales síntomas de la disfunción eréctil.

  • Descenso del deseo sexual o líbido
  • Imposibilidad para alcanzar la erección.
  • Incapacidad para mantener una erección lo suficientemente firme y duradera como para lograr la penetración.

Factores de riesgo relacionados con la disfunción eréctil

A medida que un hombre envejece, es habitual que se tarde más en alcanzar la erección siendo además a menudo las erecciones, especialmente a partir de los 50 años, menos firmes que cuando se más joven. A partir de esta edad es necesario un contacto más directo con el pene para obtener una erección duradera que posibilite la penetración y el mantenimiento de relaciones sexuales satisfactorias.

Si bien, existen una serie de factores de riesgo que pueden causar disfunción eréctil o agravarla. Entre ellos podemos destacar:

ENFERMEDADES

Enfermedades como la diabetes o problemas cardiovasculares.

TABAQUISMO

El consumo de tabaco. Fumar reduce el flujo de sangre a las arterias peneanas, reduciendo la capacidad de respuesta al estímulo y dificultando la erección del pene.

CONSUMO DE DROGAS Y ALCOHOL

Del mismo modo, el consumo de drogas y alcohol, son dos factores que inhiben el buen funcionamiento del sistema nervioso central, un factor clave para obtener una respuesta sexual.

SOBREPESO Y OBESIDAD

Tener sobrepeso, especialmente la obesidad puede causar disfunción eréctil e incluso influir en el deseo sexual.

MEDICAMENTOS Y TRATAMIENTOS MÉDICOS

Tomar antidepresivos, antihistamínicos así como medicamentos prescritos para el tratamiento de la hipertensión o las afecciones de próstata pueden reducir la respuesta a un estímulo sexual.

Los problemas de erección también son habituales en personas que se han sometido a radioterapia o a una cirugía de próstata.

LESIONES

La práctica de deportes como el ciclismo pueden causar lesiones que afecten a los nervios o arterias que controlan las erecciones pudiendo causar disfunción eréctil.

¿Se puede prevenir la disfunción eréctil?

Pese a que la disfunción eréctil es un problema que afecta a millones de hombres en todo el mundo, se pueden prevenir los problemas de erección adoptando unos hábitos de vida saludables. Para ello, es necesario evitar los factores de riesgo antes descritos (sobrepeso, tabaquismo, alcoholismo, etc.).

Los hombres con sobrepeso, los fumadores habituales, los que abusan del consumo de alcohol u otras sustancias estupefacientes siempre tendrán una mayor probabilidad de sufrir disfunción eréctil frente a aquellos que siguen hábitos más saludables.

Por ello, nunca es tarde para abandonar malos hábitos como fumar y adoptar un estilo de vida saludable basado en la práctica regular de ejercicio físico y una dieta variada y equilibrada.