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Hipoacuasia en niños – qué es, señales, terapias y tratamientos…

En este artículo abordamos un tema habla que preocupa profundamente a muchos padres, la hipoacusia en niños, un problema bastante común en menores en edad escolar y que puede afectar a su desarrollo, generar problemas de aprendizaje ya que dificulta el desarrollo del habla y del lenguaje, e incluso se la causa de distintos problemas de conducta.

De ahí la importancia de conocer qué es la hipoacusia infantil, qué señales o síntomas tiene, o qué terapias contra la hipoacuasia en niños existen.

Un diagnóstico temprano de la hipoacusia es fundamental para minimizar posibles alteraciones del lenguaje y prevenir dificultades en el aprendizaje.

¿Qué es la hipoacusia?

La hipoacusia infantil no es más que la disminución de la audición en niños, es decir la pérdida parcial o total de la capacidad de percibir o entender un determinado sonido. Esta pérdida de la capacidad auditiva, puede oscilar entre leve y profunda.

La disminución de la audición puede tener su origen tanto en un problema conductivo como neuro-sensorial. En función de cual sea la causa de la pérdida de audición podemos distinguir varios tipos de hipoacusia:

  • Hipoacusia conductiva
    Cuando existe una alteración del conducto auditivo externo y la caja timpánica pero el nervio no presenta ninguna alteración.
  • Hipoacusia neurosensorial
    En este tipo los problemas se localizan en el oído interno y no existe una buena conducción neuro-sensorial.
  • Hipoacusia mixta
    Es una combinación de las dos anteriores, conductiva y neurosensorial. El grado de severidad de la pérdida de audición puede ser leve, moderada o severa.

Síntomas de hipoacusia en niños

Tanto si eres madre o padre, educador o cuidador de niños, ya sean recién nacidos o niños de mayor edad, es muy importante conocer algunos signos o alertas que podrían indicar que un menor tiene un problema auditivo.

En muchos casos, la alerta llega cuando desde el colegio informan a los padres que su hijo tiene dificultades para pronunciar algunos fonemas o señalan que no presta atención en clase y se distrae con facilidad.

Es en este punto cuando los padres dicen bueno algo está pasando con este niño y acuden a un especialista buscando ayuda. Pero desafortunadamente quizás el niño tenga ya cinco o cuatro años y la hipoacusia haya perjudicado su desarrollo.

Por ello, lo ideal es que nosotros como padres podamos detectar los posibles problemas de audición en bebés y niños antes del año y para ello debemos hacer una observación de su comportamiento ante determinados estímulos o sonidos. Si por ejemplo, no se sobresalta con un ruido repentino puede ser un indicio de que hay un problema de audición.

Por ejemplo, ante niños de pocos meses, podemos emitir un sonido e ir poco a poco alejándonos y ver cómo reacciona el niño.

Del mismo modo, podemos observar como reacciona cuando cambiamos nuestro tono de voz. Si le hablamos suave se va a tranquilizar pero si elevamos el tono y le hablamos fuerte debe asustarse e incluso llorar. Si no es así puede ser una señal de alerta de que algo no va bien.

Tratamientos y terapias contra la deficiencia auditiva (hipoacusia) en niños

Existen distintos tipos de tratamientos en función de cual sea la causa de la hipoacusia.

Cuando no se precisa la intervención quirúrgica, la solución más plausible es el uso de dispositivos auditivos de conducción área, es decir, de audífonos.

Los podemos encontrar de muy diversos tipos en función del grado de perdida de audición. Si bien, estos dispositivos simplemente amplifican los sonidos haciendo que suenen más altos pero no por ello más claros.

Si la pérdida de audición se debe a daños graves en el oído medio o interno se utilizan dispositivos implantados mediante cirugía.

En casos de sordera profunda los implantes cocleares e implantes de conducción ósea son una solución para la hipoacusia neurosensorial.

Con estos dispositivos, incluso niños con sordera profunda pueden escuchar música, ver la televisión o seguir una conversación con total normalidad, manteniendo de este modo la estimulación continua del cerebro necesaria para el desarrollo de todas las áreas cerebrales implicadas en el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje.

En definitiva, aunque exista una pérdida leve de audición, cuando un niño no escucha correctamente se va a distraer en la clase, no va a poner atención y la consecuencia de ello será un rendimiento académico más bajo.

Por ello, debemos prestar mucha atención a los signos descritos (problemas en el habla, bajo rendimiento académico, distración, etc.) ya que podrían indicarnos la presencia de una pérdida auditiva que está afectando al aprendizaje del niño.