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Cómo enseñar a los niños a montar en bicicleta con seguridad

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Como padres, uno de los mejores regalos que podemos hacer a nuestros hijos e hijas es una bicicleta. No sólo proporciona a los niños diversión y entretenimiento, sino que también les ayuda a desarrollar y mejorar sus capacidades físicas, así como habilidades básicas como el equilibrio y la coordinación. 

Además les aporta muchos beneficios emocionales, incluida una mejora en sus niveles de confianza, un aumento en el autocontrol y un aumento en la responsabilidad. Además, fomentaremos la adopción de un estilo de vida saludable y ecológico, que contribuirá a la prevención del sedentarismo y sus consecuencias  negativas en la salud infantil.

Sin embargo, aprender a montar en bicicleta no es algo que se consigue de la noche a la mañana. Requiere práctica, tiempo y mucha paciencia por nuestra parte. Pero sobre todo, seguridad. Como padres y madres tenemos el deber de enseñar a nuestros hijos a circular con seguridad, a respetar las normas de circulación y a protegerles adecuadamente. 

¿Qué bicicleta elegir para un niño o niña?

Elegir la bicicleta adecuada para su edad, tamaño y nivel de habilidad es siempre lo primero que debes considerar cuando enseñas a un niño o niña a andar o montar en bicicleta. No todas las bicicletas son iguales, cada una está diseñada para un determinado tipo de persona, para un propósito o para una etapa de la vida. Elegir una bicicleta demasiado grande o demasiado pequeña perjudica el aprendizaje y aumenta el riesgo de sufrir un accidente.

El primer aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir una bicicleta es el tamaño de la rueda, expresado en pulgadas. Cuanto más grande sea la rueda, más fácil será mantener el equilibrio y avanzar, pero también más difícil de controlar y frenar. Por este motivo, hay que elegir una bicicleta con el tamaño de rueda adecuado a la talla del niño o niña, ni muy grande ni muy pequeña..

Por ejemplo, para niños de 4 a 6 años, que midan unos 110 o 120 cm, una bicicleta de niño de 16 pulgadas es la más adecuada. Si bien el tamaño de la rueda es el aspecto más importante, también hay otros aspectos a considerar como el peso, cuanto más ligera sea, más fácil será de manejar y transportar. 

Otras características como el número de marchas o velocidades de la bicicleta, si tiene, no es relevante a la hora de aprender. De hecho, en el caso de niños y niñas que están aprendiendo a montar en bici, hacerlo con una una bicicleta con marchas puede complicar el proceso y distraerlos de lo esencial: dominar la bicicleta, aprender a frenar o frenar, girar bien, etc. 

¿Usar ruedines o no?

Otra duda común entre los padres es ¿debemos usar ruedines para enseñar a nuestros hijos o no?. Los ruedines son unas pequeñas ruedas laterales que se colocan en la parte trasera de la bici con el fin de proporcionar mayor estabilidad y evitar la posibilidad de caídas. Este es un recurso muy utilizado y que, aunque puede resultar práctico también tiene algunas limitaciones.

Los ruedines son muy útiles para que un niño o niña se familiarice con la bici y pierda el miedo a subirse a ella pero pueden retrasar el aprendizaje en el dominio de la bicicleta, porque hacen que el niño o la niña sea menos consciente del comportamiento de la bicicleta al girar o frenar, creando una falsa sensación de seguridad, que puede provocar caídas o accidentes una vez quitemos los ruedines a la bici.

Por este motivo, muchos expertos recomiendan no usar ruedines, o usarlos solo durante un breve periodo de tiempo al inicio del aprendizaje pero nunca dejar que el niño o niña se «acostumbre» a ellos. 

Por el contrario, a edades tempranas, lo ideal es que nuestro hijo o hija utilice una bici sin pedales. De esta forma, naturalmente poco a poco aprenderá a mantener el equilibrio así como a controlar y dirigir la bici con su cuerpo, sin depender de ruedas auxiliares. Una vez que haya adquirido confianza y soltura, es el momento de usar una bici con pedales y enseñarle a pedalear.

¿Cómo ayudar al niño o niña a montar en bici?

Ya tenemos la bici y estamos listos para enseñar a nuestro hijo o hija a montar pero… ¿Cómo lo hacemos de forma segura, minimizando el riesgo de caídas y accidentes? Aquí te dejamos algunos consejos o sugerencias que puedes seguir: 

Elige un lugar seguro para practicar.

Lo ideal es que sea una zona amplia, llana y sin desnivel. Por supuesto, sin tráfico de vehículos pero también sin mucha gente caminando o animales. Por ejemplo, escoge un parque, una plaza u otra zona peatonal cerca de casa. Evitar zonas con cuestas y obstáculos como los bordillos puede ahorrarnos algún disgusto.

El casco y los guantes son imprescindibles

Por supuesto, debe tratarse de un casco de bici de niño adaptado a las medidas de su cabeza y que ajuste bien. Es un elemento de seguridad imprescindible, al igual que los guantes, porque en caso de caída ambos protegerán zonas tan delicadas como la cabeza y las manos. Además, también se pueden utilizar otros accesorios de seguridad como rodilleras o coderas, resulta práctico pero no es necesario.

Ajusta bien la altura del sillín

Lo primero que debemos hacer es ajustar la altura del sillín y del manillar para adaptarlo a la altura de un niño o niña. El asiento debe estar lo suficientemente bajo para que el niño pueda apoyar fácilmente los pies en el suelo. El manillar debe estar a la altura de los hombros o ligeramente más abajo. Revisa también la presión de las ruedas.

Trasmítele técnicas básicas para manejar la bicicleta

Enseña a tu hijo o hija a sujetar el manillar con firmeza pero sin tensión, ayúdale al inicio a colocar bien los pies en los pedales e insiste en la idea de que es importante que mire siempre hacia adelante. Mirar al suelo o al manillar puede hacer que pierda el equilibrio o se desvíe del rumbo o de la dirección deseada.

Acompáñale pero lo sujetes

Colócate al lado del niño o niña para darle seguridad pero no cometas el error de sujetarlo por el sillín o el manillar, ya que podrías desequilibrarlo y provocar que se caiga. En su lugar, coloca tu mano en su espalda o en su hombro para darle un ligero apoyo. Además, este gesto le dará confianza y seguridad.

Enséñale a frenar y a girar con seguridad.

Explícale la importancia de frenar gradualmente para evitar derrapes o caídas. Muéstrale cómo debe inclinar ligeramente la bici hacia el lado al que quiere girar e insiste en que no realice movimientos bruscos con el manillar. 

Sé paciente y comprensivo

Por último, felicítalo siempre por sus logros y anímalo a seguir practicando. No te desanimes ni frustres si no lo consigues a la primera, y por supuesto, nunca lo presiones ni regañes si se equivoca. Ten paciencia y respeta su personalidad, es importante que asocie que montar en bicicleta es algo divertido y gratificante.

Enseñar a un niño o niña a montar en bici no es fácil, requiere tiempo y paciencia. Pero siguiendo una serie de consejos prácticos como elegir la bici adecuada para su edad y altura, practicar en un lugar seguro, enseñarles técnicas básicas de manejo de la bicicleta y, por supuesto, usando siempre el casco y los guantes lograrás que tu hijo aprenda a montar en bici con seguridad.