Según datos del Observatorio Europeo sobre Drogas, un año más, España tiene el dudoso honor encabezar el consumo de drogas ilegales dentro de los países miembros de la UE.
El cannabis sigue siendo la droga más consumida, seguida de la cocaína, concentrándose su consumo principalmente entre adolescentes y adultos menores de 35 años, siendo más frecuente entre los hombres que entre en mujeres.
Las razones que pueden llevar a un adolescente a iniciarse en el consumo de drogas pueden ser muy diversas, a menudo se prueban con la intención de socializarse, de desinhibirse o de encajar dentro de un grupo de jóvenes. Otras veces para aliviar la ansiedad o como vía de escape cuando no se sabe cómo afrontar problemas con la familia, los amigos, los estudios…
En el desarrollo de la dependencia confluyen factores psicosociales, ambientales, e incluso genéticos. De hecho, la adicción a las drogas está considerada como una enfermedad por la OMS.
Por esta razón, si te estás preguntando cómo puedes saber si un familiar es adicto a alguna droga no debes avergonzarte por ello. Tu preocupación solo demuestra tu sincero deseo de ayudarle.
Pese a que la dependencia de sustancias como el cannabis, la cocaína o la anfetamina, es tratable, cuanto más tiempo se pase consumiendo de forma regular una droga, más difícil es parar y más duros serán el periodo y los síntomas de abstinencia. Hay que actuar cuanto antes y por ello, es importante reconocer los signos o señales que pueden alertarnos de que nuestro familiar consume droga.
Para identificarlos, hemos consultado ha uno de los especialistas de Centro Acción, un centro de tratamiento de adicciones en Madrid de referencia, para que nos ayude a identificar los síntomas y hábitos que nos permiten reconocer si un familiar consume drogas.
Índice
Cómo puedo saber si mi familiar consume drogas
Especialmente en el caso de jóvenes adolescentes resulta muy difícil saber si los muchos cambios físicos y emocionales que estos experimentan durante su adolescencia están relacionados con las drogas o simplemente se deben a cambios hormonales propios de la pubertad.
Por ejemplo, los cambios de humor en un hijo adolescente son normales pero si observamos continuos cambios de humor junto a cambios en el comportamiento, los hábitos o la apariencia física, como:
- Una pérdida de interés en actividades que con las que antes disfrutaban (deportes, tocar un instrumento, hacer cosas en familia, pasear con su mascota…)
- Dejar de lado a los viejos amigos y empezar a salir con un nuevo grupo
- Irritabilidad, agresividad, hostilidad, mal temperamento…
- Dormir más de lo habitual.
- Insomnio
- Cambios físicos: una repentina pérdida de peso, hemorragias nasales frecuentes, ojos ensangrentados o llorosos, temblores…
- Dificultad para concentrarse, fallos en la memoria, un rendimiento en los estudios, absentismo escolar, etc.
Todas estas señales físicas y de comportamiento nos indican que es probable que nuestro familiar está consumiendo drogas o bebiendo alcohol en exceso.
Reconocer estos primeros signos y síntomas del consumo de drogas es esencial dado que suele comenzarse con un consumo esporádico, que si no se aborda, puede convertirse en un grave trastorno de uso, o más bien de abuso de sustancias. Vamos, una adicción en toda regla.
Es mucho más fácil cambiar el comportamiento problemático cuando aparecen las primeras señales de advertencia. Como padre o familiar preocupado nunca racionalice el abuso de estas sustancias como algo natural fruto de una etapa de «experimentación». Tampoco, evite tener conversaciones abiertas y honestas con su familiar sobre el tema. Aborde el tema con una postura cercana y abierta de escucha activa.
¿Qué tipos de comportamientos o síntomas podrían indicar un consumo de drogas?
Las personas que drogas siempre intentan ocultarle la evidencia a sus familiares. Pero si conoces los principales cambios que se producen en una persona que consume droga, será más fácil ayudarle a abandonar estos dañinos hábitos.
Cambios emocionales y de comportamiento que alertan sobre un posible consumo de drogas.
Si su familiar de forma repentina ha comenzado a actuar de manera diferente hasta el punto que esto afecta a su relación con el resto de miembros de la familia, podría ser un signo de la existencia de un abuso de sustancias. Algunas señales de alerta son:
- Evitar el contacto visual
- Ignorar o romper el toque de queda
- Pedir dinero con frecuencia o incluso llegar al extremo de robar
- Cerrar las puertas del dormitorio e impedir la entrada de otros familiares
- Hacer llamadas a escondidas o tener un exceso de celo sobre su privacidad
- Aislarse de los demás no participando en actividades en familia.
Una vida desordenada y la falta de higiene personal también podrían ser signos de una degradación de la salud mental causada por el consumo de drogas.
Cambios físicos que indican un consumo de drogas
Existen una serie de signos físicos como el enrojecimiento de los ojos, cambios drásticos del apetito, un habla muy rápida o lenta o la falta de coordinación que indican que su familiar está bajo el efecto de una droga.
Dependiendo de la sustancia de que se trate estos comportamientos comportamientos variarán pero es muy importante prestar atención a señales como estas:
- Una mala higiene o cambio de apariencia físico repentino
- Ojos vidriosos o inyectados en sangre
- Exceso de secreción nasal o hemorragias nasales frecuentes
- Paranoia, irritabilidad, ansiedad, nerviosismo…
- Cambios de humor constantes.
- Pequeñas marcas en los brazos o las piernas (usa mangas largas incluso en días de calor)
- Palmas frías, sudorosas o manos temblorosas
- Llagas en la boca
- Dolores de cabeza frecuentes
- Se siente extremadamente cansado o demasiado hiperactivo
- Rápido aumento o pérdida de peso
Si observas varios de estos síntomas es mucho más productivo hablar abiertamente con tu familiar sobre sus problemas que someterle a un interrogatorio o formular acusaciones. Si tu familiar siente que puede confiar en ti y contarte sus miedos, pensamientos y problemas es más probable que reconozca su adicción a las drogas y tome medidas para superarla.
Recuerda que las adicciones se pueden tratar, como sucede con otras enfermedades crónicas, cuando se sigue el tratamiento adecuado y se cuenta con las herramientas necesarias. Por supuesto, la ayuda del entorno familiar es clave.