Quizá nunca antes te habías planteado contratar un seguro de vida pero ahora, con el paso de los años, la llegada de los hijos… consideras que puede ser un buen momento para ello.
Y es que todos deberíamos reflexionar sobre a qué situación se enfrentaría nuestra familia si faltáramos algún día o por la razón que fuera (accidente, una grave enfermedad, etc.) no pudiéramos trabajar. Piénsalo por un momento: ¿Podrías hacer frente a deudas como la hipoteca o gastos futuros como los estudios de tus hijos?
Creamos nuestra empresa, compramos una vivienda, formamos una familia por la que nos preocupamos, pero a veces olvidamos que si algún día nosotros no estamos nuestras deudas recaerían sobre ellos.
Por esta razón, los expertos consideran que a partir de los 30 o 35 años cuando nuestras responsabilidades económicas suelen ir en aumento, deberíamos plantearnos contratar un buen seguro de vida.
Pese a que la muerte sigue siendo un tema tabú y preferimos no hablar de ella, en el caso de ocurrir lo peor o ante una incapacidad causada por un accidente o enfermedad, debemos estar bien cubiertos y garantizar que no dejamos a nuestros familiares cargas económicas difíciles de afrontar.
Por ello, si aún te preguntas si de verdad necesitas un seguro de vida o tienes dudas sobre los aspectos debes tener en cuenta antes de firmar la póliza del seguro de vida para tu familia te invitamos a seguir leyendo.
¿Qué es un seguro de vida?
Un seguro de vida, no cubre solamente el fallecimiento de una persona, sino que nos puede cubrir una incapacidad, una incapacidad absoluta, una incapacidad permanente, una grave enfermedad…
Un seguro de vida garantiza el pago a quien tú decidas de un capital, previamente acordado, en caso de fallecimiento. Esto permitirá mantener el nivel de vida de tu familia e incluso afrontar con solvencia gastos como el pago de impuestos, la cancelación de posibles deudas como la hipoteca de tu vivienda o facilitar los estudios de los hijos.
Pero también puedes incluir otras coberturas adicionales como invalidez permanente, servicio de gestoría, anticipo por pérdida de autonomía permanente, anticipo por diagnóstico de enfermedad grave o tratamientos especiales en caso de accidente.
En definitiva, el objetivo principal de este tipo de seguro es proteger a tu familia de los problemas económicos causados por la desaparición de la principal fuente de ingresos gracias a una cantidad de dinero que permita ganar tiempo para adaptarse a la nueva situación.
En la mayoría de casos puedes elegir pagar tu seguro anualmente o de forma fraccionada mes a mes, pero recuerda que el importe del seguro se calcula todos los años, por lo que no siempre pagarás lo mismo.
Para fijar la cuota se tendrán en cuenta aspectos como tu edad y el capital que hayas asegurado, entre otros factores.
Consejos antes de contratar un seguro de vida
Contratar un seguro de vida es un ejercicio de generosidad y de responsabilidad hacia las personas que más queremos.
Como sabrás, una practica habitual al firmar una hipoteca es contratar un seguro de vida que cubra la invalidez o fallecimiento del titular o titulares del préstamo hipotecario pero también existen los denominados “seguros de vida libres” que podemos contratar en cualquier momento para proteger el futuro de nuestra familia.
Dado que en el mercado hay productos financieros que pueden complicar mucho el futuro de tu familia si no aciertas a la hora de contratar un seguro de vida como: seguros vinculados a proyectos hipotecarios o a tarjetas de crédito, en los que realmente la cobertura es para otros (no para ti ni para tu familia), debemos buscar el mejor seguro teniendo en cuenta las coberturas y los servicios adicionales que mejor se adaptan a las necesidades de nuestra familia.
En primer lugar, para calcular cuánto capital debemos asegurar, hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales: ingresos, ahorros y gastos fijos.
Con ingresos nos referimos a lo que dejaríamos de percibir, porque ya no podemos trabajar debido a una incapacidad causada por un accidente o una enfermedad. O, en el peor de los casos, por fallecimiento.
Otro punto a tener en cuenta es nuestro nivel de ahorros. Y, por último, debemos calcular cuáles son los gastos fijos todos los meses que tiene nuestra familia, las posibles deudas contraídas y gastos futuros como el coste de la educación de los hijos.
Otro aspecto muy importante, a la hora de contratar un seguro de vida, es informarse bien de todas las coberturas opcionales para valorar cuáles nos interesa incluir ya que estas pueden duplicar, e incluso triplicar el capital del seguro.
No necesita lo mismo una persona en el final de su etapa laboral con hijos mayores que busca asegurar su jubilación que aquellas personas más jóvenes que tienen mayores responsabilidades porque tienen más cargas familiares como hijos de corta edad.
En estos casos estamos hablando de un seguro a largo plazo.
Como norma general lo aconsejable es asegurar como mínimo un capital equivalente a tres anualidades de sueldo bruto y el máximo esa cifra debe incrementarse teniendo en cuenta nuestras necesidades reales y deudas pendientes como la hipoteca de la vivienda.
Debemos tener en cuenta también gastos futuros el coste que supone mantener nuestro nivel de vida o la formación de nuestros hijos.
No podemos predecir la muerte o una situación de invalidez, pero estamos rodeados de riesgos algunos de ellos inevitables. Antes de contratar nuestro seguro de vida debemos ser conscientes de los riesgos que asumimos en nuestra profesión o si practicamos algún deporte extremo o de aventura. Qué hacemos, a qué nos dedicamos, cuáles son nuestras aficiones, todo ello debe tenerse en cuenta.
Ojalá que no tuviéramos que utilizarlo nunca, pero si hay una cosa que debemos tener claro es saber el respaldo que tenemos, o que vamos a tener el día de mañana en caso de tener que recurrir al seguro.
Contar con la tranquilidad de un futuro garantizado para tu familia es sin duda la mejor de las razones por las que contratar un seguro de vida. Si vemos como algo necesario asegurar nuestro coche o nuestra casa ¿por qué no proteger lo más valioso? A nuestra familia.