Aunque hoy en día tenemos alternativas más discretas y cómodas como la ortodoncia invisible, los brackets siguen siendo uno de los tratamientos de ortodoncia más populares y efectivos. Pero no todos los brackets son iguales. Hay de varios tipos y cada uno tiene sus propias características, ventajas y desventajas dependiendo de las necesidades del paciente, el tipo de maloclusión, las preferencias estéticas, el estilo de vida o el presupuesto disponible.
Si quieres mejorar tu sonrisa y corregir tus problemas de alineación dental, es posible que te hayas planteado la opción de usar brackets. En este artículo, te explicaremos las principales diferencias entre los brackets convencionales, la opción más clásica que todos conocemos, y los brackets autoligados, una alternativa innovadora que cuenta con interesantes ventajas como la de reducir el tiempo de tratamiento y el número de visitas al ortodoncista. También compartiremos algunos consejos para que puedas elegir el tratamiento de ortodoncia dental que más te convenga.
Índice
¿Qué son los brackets y cómo funcionan?
Los brackets son dispositivos fijos que se colocan sobre los dientes y que van unidos mediante un alambre metálico llamado arco para corregir problemas de alineación dental.
El funcionamiento de este tratamiento de ortodoncia se basa en que este arco ejerce una presión controlada sobre los dientes, moviéndolos gradualmente hacia la posición deseada. De esta forma, se consigue alinear los dientes y mejorar la mordida así como la estética y la función dental en general.
Los brackets pueden colocarse tanto en la parte exterior como en la interior de los dientes. Los brackets externos son los más comunes y visibles. En cambio, los brackets interiores, al colocarse en la parte interior de los dientes resultan más discretos, aunque presentan algunas desventajas, como la de ser más difíciles de limpiar.
Además, pueden estar hechos de diferentes materiales. Pueden ser de metal, cerámica o incluso de plástico. Los brackets metálicos son los más resistentes y económicos, pero también son más notorios. Los de cerámica o plástico son más estéticos ya que se mimetizan mejor con el color de los dientes, pero también son frágiles y se dañan con facilidad, razón por la que se aconseja habitualmente en casos de alineaciones más leves. Además, tienen un mayor coste.
La elección de uno u otro dependerá de factores relacionados con las necesidades del paciente, como la gravedad de la maloclusión, la estética deseada y el presupuesto disponible.
¿Qué diferencias hay entre los brackets convencionales y los autoligados?
Los brackets convencionales llevan décadas utilizándose con éxito para corregir problemas de alineación dental y lograr una sonrisa más saludable y hermosa. Estos brackets se sujetan al arco mediante unas gomitas elásticas de diferentes colores, que se cambian cada vez que se ajusta el arco.
Son más económicos y versátiles, resultando muy efectivos para corregir una amplia gama de problemas de alineación dental, desde casos leves hasta complejos. Además, nos permiten personalizar el aspecto de los brackets usando gomitas elásticas de diferentes colores.
Pero también son más visibles y generan una mayor fricción entre el arco y el bracket, lo que puede ralentizar el movimiento dental, prolongando ligeramente el tiempo de tratamiento. También, requieren más visitas al ortodoncista para cambiar las gomitas elásticas y ajustar el arco.
Los brackets autoligados son una alternativa más discreta e innovadora ya que no necesitan gomitas elásticas para sujetar el arco. En su lugar tienen unas tapitas especiales que se abren y cierran para fijar el arco en su posición correcta. Las tapitas reducen la fricción entre el arco y el bracket, lo que puede acelerar el movimiento dental y acortar el tiempo de tratamiento.
Además, al no usar gomitas elásticas, los brackets autoligados requieren menos visitas al ortodoncista para ajustarlos, lo que supone un ahorro de tiempo y dinero. También, causan menos molestias e irritación en encías y mejillas que los brackets convencionales.
Pero no todo son ventajas ya que pueden ser más difíciles de limpiar que los convencionales. También son más caros y no permiten personalizar el aspecto de los brackets dado que no cuenta con las típicas gomitas elásticas de diferentes colores.
Convencionales vs Autoligados ¿Cómo elegir el tipo de bracket más adecuado?
Como puedes ver, cada tipo de bracket tiene sus ventajas y desventajas. No existe una respuesta única e inequívoca a la pregunta de qué tipo de bracket es mejor. La elección depende de varios factores, como tu presupuesto, tus preferencias estéticas o estilo de vida, y el tipo de maloclusión que tengas.
Por ello, te recomendamos que siempre consultes a un ortodoncista para que pueda evaluar tu caso y explicarte con detalle las diferentes alternativas. De esta manera, podrás elegir el tratamiento de ortodoncia que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas.