La figura del médico y su relación con los pacientes ha cambiado mucho a lo largo de la historia.
Lejos han quedado los tiempos en los que sacerdotes recurrían al uso de emplastos o cataplasmas con plantas medicinales para realizar curaciones, alineaban fracturas o extraían dientes picados.
Si bien, los inicios de la medicina se remonta a la edad de piedra, durante muchos siglos el acceso a los médicos estaba reservado a una reducida élite social.
Afortunadamente, hoy día todos podemos tener acceso a la atención sanitaria lo que ha alargado considerablemente nuestra esperanza de vida. Incluso podemos encontrar doctores en linea Gratis para consultas que nos permiten un preciso diagnóstico médico sin salir de casa.
Pero para llegar a la situación presente, los médicos han tenido no sólo que dedicar su vida al estudio y la investigación para realizar descubrimientos sorprendentes, sino que han tenido que ir derribando un tabú tras otro en su lucha contra las enfermedades y la muerte.
Por ello, en este artículo vamos a hablar sobre los médicos en la historia y su relación con los pacientes.
Cómo ha evolucionado la relación con el paciente a lo largo de la historia
La relación médico-paciente ha experimentado una importante evolución a lo largo de los siglos pero especialmente ha cambiado radicalmente en los últimos años.
Hasta hace apenas unas décadas, la relación estaba basada predominantemente en un modelo paternalista donde había un paciente que buscaba ayuda y un médico que daba una serie de directrices que eran cumplidas por el paciente sin plantear dudas u objeciones.
Se trataba por tanto de una interacción asimétrica o desequilibrada entre médico y paciente donde el médico era visto como alguien superior al paciente debido a que era el poseedor del conocimiento.
No hay que olvidar que en los albores de la medicina esta era ejercida sólo por sacerdotes, curanderos, chamanes… quienes tenían el conocimiento experto de las propiedades de las plantas en su área, la anatomía humana…
Un buen ejemplo de esta visión de superioridad es que el egipcio Imhotep, considerado el primer médico de la Historia, fue elevado a la categoría de dios siendo representado llevando el ankh y un cetro y otros de los atributos propios de los dioses egipcios.
Muchos creen que el griego Hipócrates fue el primer médico de la historia pero eso no es del todo cierto.
Según unos escritos encontrados en Egipto y que actualmente se conservan en la Academia de Medicina de Nueva York, el primer médico de la historia fue Imhotep el cual se cree que vivió entre el 2690 y el 2610 antes de cristo en el país del Nilo.
Plebeyo de nacimiento, su inteligencia y conocimientos le permitieron llegar a ser sumo sacerdote y una de las personas de mayor confianza en la corte del faraón.
Considerado el fundador de la medicina egipcia, en el papiro encontrado en el que se le hace referencia se describe la existencia del corazón, el hígado, los vasos sanguíneos, los riñones y demás órganos vitales.
Sin embargo, sus conocimientos estaban reservados para la élite egipcia formada por el Faraón, su familia y toda su corte, en definitiva.
Este enfoque paternalista subyace incluso en el origen de la palabra médico.
De procedencia latina (medĭcus) la palabra médico deriva del verbo medeor (cuidar) y de que meditari (meditar) aunque también existe la raíz med que proviene del indoeuropeo.
Por lo tanto el médico es el que cuida o tiene la responsabilidad de cuidar al paciente.
Si bien, persiste el uso del término médico a menudo se utilizan otras palabras para referirse a su figura como doctor, facultativo o galeno.
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Como hemos señalado la relación entre pacientes y médicos han cambiado drásticamente en los últimos 50 años. Especialmente el tradicional modelo paternalista de la relación médico-paciente ha sido muy cuestionado durante los últimos 20 años.
En la década de 1960 hubiera sido raro que un paciente cuestionara el consejo de su médico.
Hoy los pacientes han adquirido un papel más activo y autónomo existiendo una mayor participación mutua entre paciente y médico en la toma de decisiones.
Ahora existe una relación más igualitaria, aunque por supuesto, el médico debe considerarse como una figura de autoridad, pero de autoridad reconocida no impuesta.
Afortunadamente, este enfoque centrado en el paciente se ha convertido en el modelo predominante en la práctica clínica actual